martes, 19 de noviembre de 2013

EL APEGO: EL VÍNCULO ESPECIAL MADRE - HIJO

Por Lic. Ana Josefina Nuila, Psicologa
josenuila@gmail.com
Telefono 71071587

La propiedad más importante del ser humano, es su capacidad de formar y mantener relaciones. Estas son absolutamente necesarias para que cualquiera de nosotros pueda sobrevivir, aprender, trabajar, amar y procrearse.

Las relaciones humanas toman muchas formas, pero las más intensas, las que producen mayor placer y a veces mayor dolor, son aquellas con la familia, amigos y personas amadas. Dentro de este círculo interno de relaciones íntimas, quedamos vinculados o adheridos unos a otros con un “adhesivo emocional”, vinculados o adheridos con amor.

La habilidad individual para formar y mantener relaciones haciendo uso de este “adhesivo emocional” es diferente en cada uno de nosotros. Algunos parecen ser “naturalmente” capaces de amar y establecer relaciones íntimas, otros no tiene tanta suerte, carecen de capacidad afectiva y les cuesta hacer amigos, además de establecer una relación distante con la familia.

Así como el cerebro nos permite ver, oler, gustar, pensar y movernos, también es el órgano que nos permite amar o no amar. Estos sistemas cerebrales que nos permiten formar y mantener relaciones, se desarrollan durante la infancia. Las experiencias durante estos primeros y vulnerables años del desarrollo evolutivo de un individuo, influyen significativamente en el moldeado de la capacidad para formar relaciones íntimas y emocionalmente saludables. La empatía, el afecto, el deseo de compartir, el inhibirse de agredir, la capacidad de amar y ser amado y un sinnúmero de características de una persona asertiva, operativa y feliz, están asociadas a las capacidades medulares de apego formadas en la infancia y niñez temprana.

Definición de apego

En el campo del desarrollo infantil, el apego se refiere a un vínculo específico y especial que se forma entre madre-infante o cuidador primario-infante. El vínculo de apego tiene varios elementos claves:
1.  Es una relación emocional perdurable con una persona en específico.
2.   Dicha relación produce seguridad, sosiego, consuelo, agrado y placer.
3.  La pérdida o la amenaza de pérdida de la persona, evoca una intensa ansiedad. Los investigadores de la conducta infantil entienden como apego la relación madre-infante, describiendo que esta relación ofrece el andamiaje funcional para todas las relaciones subsecuentes que el niño desarrollará en su vida.

Una relación sólida y saludable con la madre o cuidador primario, se asocia con una alta probabilidad de crear relaciones saludables con otros, mientras que un pobre apego parece estar asociado con problemas emocionales y conductuales a lo largo de la vida.

Formas de apego

Las formas de apego se desarrollan en forma temprana y poseen alta probabilidad de mantenerse durante toda la vida.


  • Los niños con estilos de apego seguro, son capaces de usar a sus cuidadores como una base de seguridad cuando están angustiados. Ellos tienen cuidadores que son sensibles a sus necesidades, por eso, tienen confianza que sus figuras de apego estarán disponibles, que responderán y les ayudarán en la adversidad. En el dominio interpersonal, las personas con apego seguro tienden a ser más cálidas, estables y con relaciones íntimas satisfactorias, y en el dominio intrapersonal, tienden a ser más positivas, integradas y con perspectivas coherentes de sí mismo.
  • Los niños con estilos de apego evasivo, exhiben un aparente desinterés y desapego a la presencia de sus cuidadores durante períodos de angustia. Estos niños tienen poca confianza en que serán ayudados, poseen inseguridad hacia los demás, miedo a la intimidad y prefieren mantenerse distanciados de los otros.
  • Los niños con estilos de apego ansioso-ambivalente, responden a la separación con angustia intensa y mezclan comportamientos de apego con expresiones de protesta, enojo y resistencia. Debido a la inconsistencia en las habilidades emocionales de sus cuidadores, estos niños no tienen expectativas de confianza respecto al acceso y respuesta de sus cuidadores.
afectivos en el niño. Los padres deben aprender a interpretar las señales del niño y a responder adecuadamente, y el niño debe reconocer a la figura de apego.


Las experiencias que forman vínculo

El acto de coger el bebé al hombro, mecerlo, cantarle, alimentarlo, mirarlo detenidamente, besarlo y otras conductas nutrientes asociadas al cuidado de infantes y niños pequeños, son experiencias de vinculación. Algunos factores cruciales de estas experiencias de vinculación incluyen la calidad y la cantidad.
Los científicos consideran que el factor más importante en la creación del apego, es el contacto físico positivo (ej.: abrazar, besar, mecer, etc.), ya que estas actividades causan respuestas neuroquímicas específicas en el cerebro que llevan a la organización normal de los sistemas cerebrales responsables del apego.
Durante los primeros tres años de vida, el cerebro desarrolla un 90% de su tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables de todo el funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. De allí que las experiencias de vinculación conducen a un apego y capacidades de apego saludables cuando ocurren en los primeros años.
La relación más importante en la vida de un niño es el apego a su madre o cuidador primario, esto es así, ya que esta primera relación determina el “molde” biológico y emocional para todas sus relaciones futuras. Un apego saludable a la madre, construido de experiencias de vínculo repetitivas durante la infancia, provee una base sólida para futuras relaciones saludables.
En la actualidad está tomando importancia la relación o vínculo de apego del niño con el padre, figura ésta de gran importancia para el normal desarrollo evolutivo de todo ser.

DESARROLLO DEL APEGO EN LA PRIMERA INFANCIA

En los primeros meses no puede hablarse de apego. Se trata de pautas innatas en el niño y la adaptación a ellas de la "madre". Sólo el niño empieza a actuar intencionadamente adaptándose a la madre y es capaz de reconocer específicamente a determinadas personas, vinculándose a ellas. Este paso de un sistema de interacciones regulado biológicamente a la vinculación afectiva específica exige: Una interacción estable y el desarrollo de determinados procesos mentales y 

Las etapas de desarrollo en un niño según Freud

Según Freud, los niños pasan por cinco etapas de desarrollo.
Sigmund Freud es uno de los psicólogos más prolíficos e influyentes de los últimos dos siglos. No se deben rechazar sus teorías, por irreverentes o radicales que parezcan, sobre conceptos como los sueños, la sexualidad y el inconsciente, pues siguen siendo algunas de las más estudiadas y criticadas de la psicología. Una de las más leídas es la de las cinco etapas del desarrollo psicosexual infantil, que sigue creando una serie de debates entre los profesionales del campo.

Etapa oral

Empieza con el nacimiento, Freud dice que la primera etapa de desarrollo infantil se centra alrededor de la boca. Con el cuidado de la madre como primer ejemplo, el niño obtiene placer mediante la acción de succionar y luego siente satisfacción por evacuar el alimento. En el caso de aquellos que dejan de ser amamantados prematuramente, Freud dice que desarrollarán actitudes de desconfianza, serán poco fiables o sarcásticos, mientras que aquellos que fueron constantemente atendidos, incluso que recibieron demasiado cuidado, desarrollarán una personalidad de confianza y serán presa fácil de engaños. Esta fase, cuya duración es de un año a un año y medio, terminará al inicio del destete.


Para hablar de apego oral se tendrán que valorar situaciones y circunstancias propias de vínculo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

¡VACACIONES CONTROLADAS Y DIVERTIDAS!




“Yo quiero ir a jugar, a nadar, a correr, a bailar… no más cuadernos”

Finaliza un año escolar y nuestros niños cambian las mochilas y los cuadernos por los juegos y la diversión. Los padres empiezan entonces a preocuparse por planificar el tiempo libre de los chiquitos y meterlos a cursos de verano que den continuidad a su proceso educativo. Este artículo tiene como objetivo ser una guía para los padres para la planificación más adecuada del corto tiempo libre que tendrán sus hijos durante estas vacaciones de fin de año.


La primera regla a seguir es que las vacaciones deben ser creativas y divertidas, póngase en el lugar del niño, después de un período largo de trabajo, de estudio, de esfuerzo, lo que él necesita es actividad física que le permita emplear toda esa energía que produce y que a la vez lo divierta y le permita crecer integralmente. Si sus vacaciones son divertidas y recreativas estaremos favoreciendo el desarrollo del pequeño, por lo que es conveniente escoger talleres recreativos teniendo siempre en cuenta los gustos y preferencias del niño, pregúntele: ¿qué quieres hacer?, pero dele opciones: natación, futbol, baloncesto, bisutería, baile, taller de caricaturas, de velas, etc. Puede sorprenderle la respuesta. Una vez tenga su respuesta, tómele la palabra e inscríbalo, habrá hecho dos cosas que su hijo nunca olvidará y que habrán impulsado su crecimiento, la primera y más importante es que lo dejó decidir, es decir, tuvo la opción de decir qué es lo que quiere hacer y la segunda, es que usted lo escuchó y que de común acuerdo papá y/o mamá le permitió estar en ese taller o ese curso de verano que tantos recuerdos maravillosos le traerá sobre su infancia.


Hemos preparado una lista de consejos para que usted pueda escoger las actividades que puede realizar con sus pequeños durante este pequeño período que los niños esperan con ansias durante todo el año:

1. Promueva su desarrollo lúdico: propóngale juegos.
2. Impulse sus deseos de superación: celebre y alégrese de sus logros y avances y apóyelo a seguir mejorando.
3.    Ayúdelo a trazarse metas: anímele a hacer planes hasta para jugar, incúlquele el terminar siempre lo que empezó, a trazarse objetivos, y cuando lo logre, prémielo llevándolo al cine, de excusión o a su lugar favorito o actividad favorita.
4.    Cuide su desarrollo motriz con actividades como: la natación, ciclismo, saltar cuerda, jugar fútbol o baloncesto. Anímelo a dibujar, a inventar cuentos a colorearlos, a crear con palitos, plastilina, legos, etc. Patine con él, corra, salte, llévelo a tener  contacto con la naturaleza.

Estimule su desarrollo Intelectual 

  • Hable y  hágase amigo de los padres de sus amigos y de sus amigos, anímele a hablar con sus vecinos, familiares y amigos haciendo hincapié en: escuchar; esperar turno para hablar,  pedir por favor, saludar; pronunciar las palabras correctamente; formar frases bien estructuradas; relatar hechos y acontecimientos.
  • Escuchar cuentos o historias.
  • Escuchar música.
  • Leer imágenes para aumentar su vocabulario
  • Leer cuentos sencillos.
  • Inventar, dibujar y escribir (poemas, cuentos, cartas, postales a los amigos y familiares). 
  • Practique con él Juegos de Mesa y enséñele a respetar las reglas del juego.
  • Anímele también a hacer siesta y sobre todo a ¡Ser y estar feliz!
 Conforme a estos consejos, elija el mejor curso o taller para que el niño SE DIVIERTA  y aprenda en estas vacaciones. Disfrute cada etapa de su desarrollo siendo felices en familia.  Recuerde siempre respetar la opinión de su hijo y escoger actividades adecuadas para su edad.