LOS PADRES PUEDEN Y DEBEN PONER LÍMITES A LOS NIÑOS
“Esto me duele más a mí que a ti…..”
Todos hemos
oído alguna vez esta frase dirigida de un papá o una mamá a sus hijos o hijas,
al momento de corregir, disciplinar o poner límites al comportamiento de sus
hijos. Los Padres deben tener claro que los comportamientos deben corregirse y
adecuarse en la infancia temprana, de lo contrario más adelante serán los padres los que les
teman a sus hijos.
Los niños pequeños
pueden ser los que más pongan a prueba la paciencia de sus padres ya que todo
es nuevo para ellos y aprenden explorando el mundo que les rodea. Cada habilidad nueva o cada reto que superan
los incentiva a seguir explorando y conociendo más el mundo que los rodea. Muchos padres se ven en la dificultad de
educar a un niño a corta edad, muchas veces esta tarea parece imposible, pero no lo es, es difícil pero no
imposible. Los padres no solamente PUEDEN, sino DEBEN corregir para evitar
problemas de comportamiento en el futuro próximo.
Aquí dejo
para ustedes algunos consejos para lograrlo:
SEA
COHERENTE, los padres que no respetan
normas, tienen hijos que tampoco las respetan,
ENSEÑE CON EL EJEMPLO. Si usted
hace amenazas vacías, usted mismo pierde toda la autoridad que tiene sobre sus
hijos, si hace alguna advertencia, manténgase firme hasta el final.
ELIMINE
TENTACIONES, mantenga objetos pequeños, sustancias peligrosas y equipos
electrónicos o frágiles fuera del alcance de sus hijos, ellos son curiosos por
naturaleza y es explorando que aprenden de su mundo. Evite cóleras, regaños y problemas de salud
innecesarios.
DISTRAIGALO,
si su pequeño se dirige a explorar una zona potencialmente peligrosa, dígale
con tranquilidad “NO”, evite asustarlo y llévelo hacia otra actividad más
segura. Evite pegarle, los niños
pequeños, no pueden relacionar el castigo físico (golpes) con un mal
comportamiento, el mensaje que enviamos cuando los golpeamos es que “es correcto golpear a alguien cuando se está
enfadado”, así que por favor, NO LE
PEGUE.
PENITENCIA,
un minuto de penitencia por cada año de edad, suele ser suficiente para tranquilizar a los pequeños, puede
acortar el tiempo de ser necesario, pero alargarlo no es útil. Se debe asignar
un área específica en casa para estas penitencias. Las penitencias pueden ser: siéntate en
silencio, párate en la esquina y no hables, dejarlo donde se encuentra y quitar las cosas con las que se
entretiene. Siempre que ponga una
penitencia a sus hijos, debe explicarle por que lo hace para que pueda asociar
su comportamiento con las consecuencias que su conducta desencadenó.
Póngalo en práctica y tendrán todos en la familia una convivencia más armoniosa y feliz.
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